El estrés y la tensión son los principales detonantes de muchas otras enfermedades, por lo que todos deberíamos estar entrenados psicológicamente para saber cómo combatir el estrés y dominarlo para que no nos afecte.
Si estás atravesando por una mala racha donde sientes que las preocupaciones y los problemas te invaden, estás en riesgo de caer en una crisis de estrés que puede desembocar en problemas como gastritis, colitis, caries en los dientes, acné, urticaria, dermatitis, parálisis facial y, en extremo, hasta padecimientos que pongan en riesgo tu vida, como un infarto.
Con todo esto, no pretendemos ser alarmistas ni sembrar miedo, pero en nuestra experiencia, los consultorios y los hospitales están llenos de pacientes que comenzaron con una simple tensión y crecieron hasta convertirse en problemas médicos serios. Por todo esto, es importante que sepas cómo combatir el estrés y controlarlo desde su origen.
Aunque hay cientos de artículos con consejos para combatir el estrés, donde se menciona la aromateria, la meditación, el elercicio, los masajes y hasta técnicas de relajación (que por cierto son muy útiles y efectivas), debes atacar el problema de raíz. De otro modo, sólo estarás luchando contra los síntomas del estrés y la tensión emocional.
Si quieres realmente controlar y eliminar el estrés en tu vida, debes empezar por cambiar tu forma de asimilar y enfrentar las preocupaciones y los problemas. Si logras esto y además, te apoyas de hábitos para relajarte y canalizar tu energía, el estrés será asunto del pasado y tu cuerpo lo agradecerá por siempre.
Primero, debes ser consciente de que la preocupación y los problemas acumulados son la causa de tu tensión y, por lo tanto, de tu estrés. Y, en este sentido, el problema no son las circunstancias, sino la forma en que tú las asumes y lo que permites que causen en ti. Ahí es donde debes de trabajar.
Para convertirte en un roble que nunca se derribe y lograr el control absoluto de tus preocupaciones, es necesario que cada vez que se te presente un problema por mínimo que parezca, sigas un razonamiento lógico y te hagas cuatro preguntas:
Estas cuatro preguntas, lograrán que veas el problema desde diferentes perspectivas y le des la importancia que realmente tiene. No olvides que cada problema surge porque hay una lección que tú o los que lo viven deben aprender. Si no está en tus manos solucionarlo, entonces aprender a soltarlo para el problema siga su rumbo, y encuentre su mejor solución, trayendo los aprendizajes necesarios.
Haz esto cada vez que se te presente un problema o preocupación, esto te ayudará a cambiar el enfoque y a soltarlo para que no se acumule en tu carga emocional.
Por supuesto, acompaña esto de buenos hábitos que te ayuden a canalizar y liberar la energía rezagada y acumulada, como lo que mencionamos al inicio: ejercicio moderado, aromateria, meditación, lectura, paseos en la naturaleza, técnicas de respiración y relajación, y todo lo que te ayude a calmar tu mente y tus pensamientos.
Sabemos que no es fácil controlar el estrés y, en muchas ocasiones, se requiere el apoyo y el acompañamiento de un profesional en el tema. Si lo consideras necesario, busca ayuda psicológica, todos lo necesitamos en algún momento.
Si te sientes tenso o nervioso, realiza el siguiente test para conocer tu nivel de estrés o de ansiedad, y recibe un consejo de acuerdo a tu situación.
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