
En ocasiones, cuando los hijos quieren expresar o comunicar una situación que les incomoda, los padres caen en el error de criticarlos, regañarlos o emitir sermones que afectan la comunicación y la confianza. Ante esto, la asertividad es la mejor forma de conectar emocionalmente con tus hijos, sin perder tu autoridad.
“Ser asertivo” implica establecer un vínculo emocional y congruente con tu hijo, sin regañarlo, pero tampoco sin someterte a su voluntad. La asertividad es un punto intermedio entre la agresividad y la pasividad. Definitivamente, el mejor estado mental que pueden adoptar los padres al hablar con sus hijos.
Emitir juicios y “sermonear”, sin saber exactamente lo que tus hijos desean comunicarte, puede dar como resultado problemas de comunicación en el futuro; provocando que, la próxima vez que tu hijo tenga un problema, busque otro confidente que le escuche o que por lo menos, no lo juzgue. En otras palabras, esto implica perder la confianza de tu hijo.
Ser modelo es la mejor manera de enseñar…
Muchas veces, los padres hacen recomendaciones a sus hijos acerca de lo que deben o no hacer. Sin embargo, estás prácticas pueden resultar nulas si las recomendaciones de los padres son incongruentes con sus propias acciones.
Ten presente que no hay mejor enseñanza que la que se da con el ejemplo, por lo que debes convertirte en el modelo a seguir de tu hijo. Esa, es la mejor manera de orientar su conducta.
Pon atención en los siguientes errores en los que podrías estar incurriendo.
• Criticar o dar sermones cuando tus hijos quieren comunicarte algo.
• Pedir a tus hijos que no mientan y mentir frente a ellos.
• Pedirle a tus hijos se “porten bien” sin especificar a qué te refieres.
• Pedir a tus hijos que no peleen, y pelear con tu pareja y con otras personas.
• Amenazar a tus hijos con castigarlos, y no cumplir el castigo.
• Hacer promesas y no cumplirlas.
Si sueles caer en alguno de los errores mencionados, significa que no estás siendo un buen modelo a seguir para tus hijos. Por lo que debes modificar de inmediato tu conducta, para ser asertivo y congruente con lo que pides.
Algunos consejos para generar una comunicación asertiva y ganar la confianza de tus hijos:
• Fomenta el diálogo y muestra interés en todo lo que tus hijos te dicen.
• Muéstrate tranquilo y trata de controlar cualquier reacción ante lo que digan.
• Escúchalos con atención, antes de expresar tu opinión o emitir algún juicio.
• “Ponte en sus zapatos”. Trata de imaginar cómo te sentías y cómo actuabas tú cuando tenías su edad.
• Cumple tus promesas. Si no se está seguro de cumplirlas, mejor no prometas.
• Cumple los castigos. Estos deben ser congruentes con la falta.
• No permitas que tus problemas y estados de ánimo afecten el modo en que le hablas a tus hijos.
Una buena noticia es que si los niños aprenden, también pueden desaprender. De ti depende el tipo de adultos que serán tus hijos y el modo en que educarán a los suyos.
Mejora la forma en que educas a tus hijos. Nadie nace sabiendo “ser padre”, pero en el camino se aprende…