¿Alguna vez en tu infancia o en tu pasado a lo largo de tu vida te han lastimado? No estoy hablando acerca de esas heridas físicas en tu cuerpo; si no de algo aún más fuerte, me refiero a una herida emocional.
Una herida emocional son experiencias dolorosas que vamos viviendo o experimentando a lo largo de nuestra vida, algunos ejemplos son: la traición de una pareja, alguna palabra hiriente que provenga de tus padres, el abandono de tus padres, alguna situación que te sucedió de niño pero fue muy fuerte, entre otras.
Estas heridas se implantan en lo más profundo de nuestro corazón y sentimientos, saliendo a relucir en cada ocasión que tienen la oportunidad para recordarnos lo que nos lastimó en algún momento de la vida.
Cuando no sanamos dichas heridas, por muy pequeñas que parezcan esa parte de nosotros nos seguirá causando daño no importando si el evento pasó hace 1, 5 o 10 años, nuestro cerebro lo seguirá recordando como si estuviera pasando en este momento.
El problema de no sanar las heridas emocionales es que al no hacerlo no nos permiten disfrutar nuestro presente y mucho menos pensar en nuestro futuro, ya que nos estancan y amarran al pasado. Es muy importante saber que en cuanto más tiempo te tardes en sanarlas más se agravarán; así que a continuación les dejo algunos consejos para que sanen esas heridas que vienen cargando:
Gracias por visitar Ciberpsicólogos, si te gustó el artículo por favor compártelo con quien necesite la información…