
La infidelidad es una de las pruebas más difíciles que puede experimentar una pareja y es, para la mayoría, un motivo contundente de separación. Si, a pesar de haber sufrido una infidelidad, decides continuar, debes tener la fuerza para vencer a tus fantasmas internos y dominar tus pensamientos más recurrentes.
Aunque la infidelidad es, para muchos, una prueba insuperable, algunas parejas han demostrado que es posible dejar atrás este tropiezo, tomándolo como una oportunidad para renovarse en todos los aspectos.
Si crees que no puedes vencer a tus propios fantasmas, lo mejor es no continuar.
Si ya sufriste una infidelidad, el siguiente paso es identificar las razones que te motivan a seguir con tu pareja, ponerlas en una balanza y valorarte. Sobre todo, debes tener pleno convencimiento de que puedes vencer a los fantasmas de la infidelidad y a los malos recuerdos. Si crees que no puedes, lo mejor es no continuar.
Si la decisión de continuar resulta favorable o no, es responsabilidad de los dos, pero mucho dependerá de la fuerza y el control que tengas sobre tus pensamientos más recurrentes.
Una infidelidad sólo se supera cuando la mente abandona los pensamientos que la traen de vuelta…
El mayor obstáculo para superar una infidelidad son los pensamientos negativos que suelen invadirnos. Esos recuerdos e imágenes desagradables, alimentadas por la mente masoquista, una y otra vez, cada vez que recordamos la mala experiencia.
Si, a pesar de poner toda tu confianza en tu pareja, no superas esa infidelidad, se debe a que tus pensamientos te siguen traicionando.
Debes saber que, cada vez que recuerdas la infidelidad o imaginas que tu pareja podría engañarte de nuevo, sólo estás trayendo de vuelta esa mala experiencia a tu realidad actual.
Al darle fuerza a los pensamientos perjudiciales, haces que todo o una parte de esa experiencia vuelva a hacerse presente en tu vida. Hasta volverse un círculo vicioso que nunca termina.
Si, después de una infidelidad, decides continuar con tu relación, debes enfocarte en lo que quieres y dejar de pensar en la situación que quieres superar. Sólo así, tu vida tomará el rumbo que quieres darle.
Recuerda que, en tu vida, lo más importante eres tú. Ahora, valórate y toma decisiones.
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