Desde 1905, Freud consideró al humor, la más elevada Operación defensiva frente a la posibilidad del sufrimiento. El humor y la risa se caracterizan por ser grandiosos liberadores y, además, patéticos por deberse a algo que no va a cambiar.
Cuando estamos enfrentando una situación complicada existen 2 opciones:
“Si tus problemas tienen soluciones, para que te preocupas, si tus problemas no tienen solución para que te preocupas…” Proverbio Budista
El humor nos permite jugar con nuestros juicios, así como un niño juega a solucionar los conflictos de sus muñecos. Al bajar la tensión y la preocupación, nuestro cerebro se encuentra más libre de encontrar respuestas alternas a nuestros conflictos.
Diana Szabó, en su articulo Humor y Psicoanálisis menciona: ”El humor logra sortear el examen de la crítica y cancela las inhibiciones, reabre las fuentes del placer que se habían vuelto inaccesibles”.
En el teatro griego, las máscaras de la tragedia y de la comedia siempre van juntas…
Cuando tenemos sentido del humor, nos revelamos al sometimiento, que nos ocasionan los problemas. Cabe señalar que el sentido del humor no se trata de reír todo el tiempo ni de estar felices siempre, de lo que se trata es de tener la capacidad de reconocer, aceptar y empoderar a la cara más benevolente de la moneda.
En todas las situaciones siempre hay algo que nos ayuda a crecer y a aprender nuevas cosas, cada vez que superamos una situación conflictiva tenemos más armas para manejar problemas futuros. Cuando pensamos con sentido del humor lo aprendido surge con mayor facilidad.
El humor es el lubricante que le permite a nuestra mente encontrar las respuestas escondidas con mayor facilidad y sin tanto sufrimiento, así que intenta pensar con humor, que la vida siempre nos muestra las dos caras de la moneda…
¿Cuál eliges?