
“Una persona sin sentido del humor es como un coche sin amortiguadores, salta de dolor con cada piedra del camino”.
Henry Ward
Además de ser un gran estímulo para crear ambientes agradables, la risa lleva consigo sensaciones de alegría y felicidad que traen grandes beneficios al organismo, no sólo para quien la emite sino también para quien se encuentra cerca. Para fortuna de todos, la risa es contagiosa y sus efectos también.
Los efectos positivos de la risa en nuestro organismo son varios, pero cuando reímos varias veces al día, se genera un cambio total en nosotros, a nivel físico, psicológico y social.
Al reír, el cerebro segrega serotonina y endorfinas. La primera es la causante de la alegría y la euforia en las personas. Las segundas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, favorecen la agilidad mental y nos proporcionan esa sensación campante de alegría, inhibiendo, en automático, el estrés y sus reacciones fisiológicas.
Definitivamente, la risa combate todo tipo de enfermedades y padecimientos derivados del estrés.
En el aspecto social, la risa aumenta las habilidades sociales y, por su efecto contagioso y empático, ayuda a mejorar las relaciones, aumentando la autoestima de quien ríe.
La risa es el mejor antídoto contra el envejecimiento . . .
Algo que muy pocas personas saben es que la risa contribuye a mantener la piel joven, ya que permite la relajación de los músculos y los mantienen firmes.
Con una carcajada, movemos alrededor de 400 músculos, incluyendo algunos músculos del abdomen que sólo pueden ejercitarse por medio de la risa.
La risa, con sus efectos positivos y las sensaciones que provoca, retrasa el proceso de envejecimiento, permeando este beneficio a todas las células del cuerpo.
• Cuando ríes, relajas la tensión de tu cuerpo y reduces la presión arterial.
• Con una risa constante, tu corazón se fortalece e incrementas la absorción del oxígeno en tu cuerpo.
• La risa, en todas sus formas, ayuda a inhibir el estrés y sus desastrosos efectos.
• Al reír, rompes el hielo en cualquier ambiente, creas mejores relaciones y aumentas tu autoestima.
• Con la risa, aumentas la producción de “hormonas de la felicidad” y adoptas una sensación de alegría que se manifiesta en todo lo que haces.
Pero, eso no es todo. Lo más interesante de la risa es que el organismo no detecta si la risa es real o fingida, de modo que los efectos siempre son positivos.
Sí piensas que no tienes motivos para reír, inténtalo y verás que sobran razones para estar feliz. Si ríes constantemente, observarás en ti un vigor renovado y una mejor actitud ante los retos de la vida.