
Si eres de las personas que viven lamentándose por las terribles circunstancias que hay en su vida, debes comprender que todo, absolutamente todo, lo que vives es efecto de tus pensamientos y acciones, aunque no lo parezca.
Todo lo que sucede en tu vida es el efecto de una causa y la causa de un efecto.
En todos los aspectos de tu vida, tus pensamientos y tus acciones son las causas que detonan tus circunstancias, buenas y malas.
Si piensas en limitación, eso tendrás. Si piensas que todas las relaciones fracasan y que ninguna pareja es perfecta, eso tendrás. Si piensas que en el mundo no hay dinero suficiente para todos, vivirás limitado. Si cada vez que sales a la calle, piensas que pueden asaltarte, habrá más probabilidades de que eso te suceda a ti o a alguien cercano. Es así como tus pensamientos más recurrentes determinan lo que recibes.
De la misma forma, es una ley inmutable que todas tus acciones tendrán un efecto proporcional en tu vida, para bien o para mal.
Todo lo que envías tiene que regresar a ti…
En algunas culturas, a este fenómeno le llaman “Karma”, otras se lo atribuyen a la “Justicia Divina”. Lo cierto es que son muchas las corrientes de pensamiento que coinciden en que, en el universo como en la vida, hay principios que no podemos transgredir y que deben cumplirse. El más importante es que todo lo que envías tiene que regresar a ti.
Se dice que este principio universal aplica siempre para los pensamientos y las acciones de las personas. Aunque no veas su manifestación inmediata, cada vez que das fuerza a un pensamiento o diriges tu energía para realizar una acción, las consecuencias se verán manifestadas en tu vida. Todo, en la misma proporción del beneficio o el daño que generes.
La razón por la que muchas personas no logran ver los efectos que ellos mismos generan en sus vidas es porque estos no suelen manifestarse inmediatamente. Pueden pasar semanas, meses o años para que todo o una parte de la causa se manifieste como un efecto visible.
Las personas más exitosas son las que encuentran relaciones de causa y efecto en su vida…
La ventaja de todo esto es que cuando los pensamientos y las acciones son positivas y están encaminadas a un objetivo claro, tienen un efecto contundente y permiten cosechar sus frutos. Por ello, se dice que las personas más exitosas son las que aprenden de esto y encuentran relaciones de causa y efecto en su vida y, con base en ello, cambian sus circunstancias y alcanzan lo que quieren.
A partir de hoy, genera efectos positivos en tu vida. No envíes pensamientos o realices acciones cuyas consecuencias no quisieras ver manifestadas en tu realidad. Pon tu mente y tu energía sólo en lo que quieres lograr.
Ahora, sabes que tus circunstancias actuales son consecuencias que tú mismo has creado y, de la misma forma, puedes cambiar tu futuro. Asume la responsabilidad de lo que tienes y cambiarás lo que tendrás…