
Cada año, en países como México, se celebra el Día de Muertos, una tradición que ilustra la riqueza cultural de sus pueblos. Sin embargo, hay puntos de controversia sobre todo, en temas de salud mental, acerca de los males que podría provocarnos el celebrar a los que ya no están.
Para rendirle honor a sus difuntos, las familias suelen colocarles ofrendas con fotos, objetos preciados, comida y bebida, con la intención de que el espíritu de las personas ya fallecidas visiten su hogar, y disfruten de algunos placeres que, tal vez, añoran desde donde estén. Hasta aquí, una hermosa tradición heredada desde siglos atrás.
Celebrar a los muertos puede afectar la estabilidad emocional de las personas y abrir heridas que parecían ya superadas…
La parte controversial del asunto radica en que son varios los psicólogos actuales que sostienen que celebrar a los muertos y recordarlos con tanta intensidad puede tener efectos negativos en la estabilidad emocional de las personas.
Desde el punto de vista psicológico, el rendir honor a alguien que ya no está, es revivir recuerdos tristes y nostálgicos que pueden desestabilizar a la persona y abrir heridas que parecían ya superadas.
En el peor de los casos, los recuerdos constantes podrían reactivar el duelo generado por la pérdida del ser querido y afectar, temporalmente, el entorno de la persona.
Desde luego, la última opinión la tienes tú y, aunque sabemos la importancia de mantener vivas tradiciones como esta, también nos parece fundamental cuidar tu bienestar psicológico.
¿Y tú, qué opinas?