Percepción es realidad…
Lo que nosotros percibimos y pensamos acerca del mundo conforma nuestra propia realidad. Por esto es que gran parte del trabajo en la psicología cognitivo-conductual va enfocado al cuestionamiento y reestructuración de los pensamientos.
Hay un dicho que cita “Somos lo que pensamos”, y si esto es así, valdrá la pena tener un mayor autocontrol respecto.
Últimamente se ha hecho muy popular el término de “Personas Tóxicas”, que tal como suena, se refiere a personas que se dañan sí mismas y pueden llegar a dañar a otros en su entorno a través de sus conductas o discursos, aquí presentamos 6 rasgos que pueden ayudarnos a identificar mejor a una persona tóxica (aunque puede haber más):
1. Egocentrismo: Suelen ser personas que únicamente están enfocadas en sí mismas, aplican la regla del Yo-Yo, solo hablan de las cosas que para ellos son importantes, sin atender a las necesidades reales de quienes les rodean. No saben escuchar a los demás y suelen tomar la mayoría de las cosas como algo personal.
2. Visión catastrófica: Ante una amplia gama de posibilidades sobre las consecuencias de alguna situación, ellos siempre pensarán en la peor de ellas. Son pesimistas y siempre ven el lado malo de las cosas. Generalmente su discurso consiste en quejas.
3. Auto victimización: Se viven así mismas como víctimas, se perciben incapaces de tomar el control de su vida y generar cambios positivos. Por lo que se frustran y culpabilizan siempre a los demás, “por su culpa no puedo” “Por tu culpa soy infeliz”.
4. Manipulación: Pueden ser altamente demandantes, por lo que trataran de manipular a través de la culpa para que no te alejes, o cedas ante sus caprichos, ya que si estas en desacuerdo para ellos es porque “eres parte de ese mundo hostil al que se enfrentan día con día”
5. Envidia: Una persona toxica difícilmente se alegrara por los logros o triunfos de alguien más ya que esta tan enfocada en sus propias carencias que de alguna manera percibe como algo injusto que al otro le vaya bien.
6. Insatisfacción general: Al estar tan enfocados de una manera tan rígida en los 5 puntos anteriores, es muy difícil que lleguen a disfrutar de la vida, no valoran sus propios logros, minimizan las cosas buenas que les pasan, por lo que realmente se sienten insatisfechos.
Como vemos una persona tóxica en realidad está sufriendo, y si no sabemos interactuar con ella también podemos sufrir al relacionarnos con ella. La buena noticia es que la persona tóxica no está condenada a permanecer en este estado, y otra buena noticia es que si entre las personas que estimo o con las que debo interactuar hay personas tóxicas, también hay estrategias para protegerme sin tener que alejarme. En próximas publicaciones retomaremos este tema.