
Proteger a los hijos de cualquier peligro, riesgo en la vida, accidente, en el aspecto emocional o físico es una responsabilidad de los padres y por otro lado es una constante preocupación que tienen día a día y más en estos tiempos en que hay tanta delincuencia, peligros en la calle, enfermedades y entre otras cosas a las que están expuestos los niños y la sociedad en general.
La preocupación de algunos padres los lleva a echar mano de cualquier herramienta, técnica o cómo le queramos llamar para protegerlos y que no sufran; sin embargo no todas son adecuadas y funcionales para lograr el objetivo que están persiguiendo.
En este artículo, nos centramos en una de las formas más comunes y utilizadas por los padres con el fin de proteger a sus hijos, y esa forma, desafortunadamente, es “transmitiéndoles miedo”. ¿Te suenan familiares estas frases?
No corras que te vas a lastimar “no cruces la calle solo o te atropellarán” “no te alejes de nosotros porque te pueden robar” “ese señor te puede llevar” “no te metas eso a la boca o te vas a ahogar” esas son tan solo unas cuantas frases que cualquiera hemos escuchado o incluso y peor aun utilizado con los niños. El problema de esta “técnica” es que no estamos enseñando al niño a desarrollar habilidades para cuidarse solo, para tener precaución, para ser autónomo, ni mucho menos lo estamos ayudando a que tenga un aprendizaje de como protegerse.
Al contrario solo estamos “inculcando” el miedo “enseñando” a tener miedo, estamos formando niños temerosos, inseguros, con miedo a salir porque lo pueden robar, con miedo a comer porque se puede ahogar, con miedo a que alguien se le acerque porque le pueden hacer daño…. Tal vez al leer esto les puede parecer exagerado y en este momento estén pensando que esto no pasa; sin embargo déjenme contarles que en el consultorio me llegan muchos casos de este tipo donde los padres muy alarmados llegan a pedir ayuda por que su hijo no quiere salir a la calle y cada que lo van a hacer hace un tremendo berrinche, llora, grita, se arrastra y esto se está volviendo un problema familiar, ¿saben que encuentro después de tener la sesión con el niño? que los padres con anterioridad (obviamente sin querer causar estos problemas) lo “intentaron proteger” transmitiéndole miedo, ya que al decirle que en la calle no se alejara de ellos, que había gente mala, que si se echaba a correr se lo podían robar y nunca más los iba a ver lograban en un primer momento que el niño se mantuviera a su lado y tomado de la mano, sin embargo conforme pasó el tiempo el miedo se apoderó de él y terminó causando lo que les conté más arriba.
Es importante que cómo padres o personas que convivamos con niños aprendamos que inculcar miedo no es proteger , inculcar miedo es limitar, obstaculizar, paralizar. Si eres de esos padres que en algún momento ha utilizado el miedo en alguna situación con el afán de proteger a sus hijos te pido que te tomes un momento para analizar lo que estás haciendo, piensa que quieres para tus hijos en un futuro, ¿quieres adultos seguros? ¿ o quieres formar adultos temerosos?.. Si tu respuesta fue querer formar personas seguras te dejo unos consejos para lograrlo:
Todos somos responsables de la seguridad emocional y física de nuestros niños, dejemos de ser una sociedad que inculca miedo para controlar o en este caso para proteger.. Comparte este artículo con las personas que creas les sea de utilidad, si tienes dudas o algún comentario te agradezco si nos escribes en el apartado de este artículo.